¿Quieres prolongar la vida útil de tu bicicleta eléctrica? Aquí te dejamos unos tips para sacarle el máximo rendimiento a tu eBike.
Una de las preocupaciones más comunes a la hora de adquirir una eBike es que sus componentes duren lo máximo posible en un estado óptimo. Esto dependerá de muchos factores y, aunque no todos dependen de quien lleva la bici, has de saber que puedes influir en algunos de ellos. Aquí tienes nuestros 5 consejos para aumentar la vida útil de tu eBike.
1. USA EL MODO DE ASISTENCIA DE UNA MANERA EFICIENTE.
Es la parte más importante y diferenciadora de este tipo de bicicleta; la manera en la que utilices el modo asistencia, será clave a la hora de conservar tu eBike en perfecto estado. Este modo está creado para hacernos más llevadera la ruta, pero se tienen que tener en cuenta ciertos aspectos a la hora de utilizarlo. La asistencia al pedaleo hay que saber administrarla: un uso inadecuado podría desgastar con facilidad los componentes, partir la cadena o forzar el cambio de marchas.
Y, ¿qué es lo óptimo? Sobre todo, mientras se utiliza esta potencia extra, es fundamental llevar una cadencia de pedaleo alegre disminuyendo, en la medida de lo posible, que la ayuda del motor trabaje por ti. Esto reducirá considerablemente que el motor fuerce la cadena y desgaste prematuramente la transmisión de tu eBike.
Esencial que en tu caja de herramientas haya un medidor de cadena para ir controlando el desgaste de la misma; así evitarás el disgusto de tener que cambiar el cassette antes de tiempo.
2. CAMBIOS DE MARCHA.
La manera de cambiar de marchas también hay que tenerla en cuenta. En las bicicletas musculares tenemos la costumbre de subir o bajar dos o tres marchas de una vez. Esto tienes que evitarlo en las eléctricas. Además, es fundamental cambiar en el momento en que el motor no esté en modo asistencia, y mucho menos en potencia máxima o en medio de una subida con muy baja cadencia, así evitarás tensiones forzadas en la cadena que podría llegar a partirla, doblar la pata del cambio o la puntera, etc.
3. CUIDA LA BATERÍA.
Tienes que ser consciente de que, como la batería de cualquier dispositivo, el número de cargas que soporta al 100% es limitada. Dependiendo del modelo de batería, la vida de ésta puede estar entre 500 y 1000 cargas óptimas. Con lo cual, como es obvio, optar por un alto nivel de asistencia en tu eBike hará que consumas más batería y requerirá mayor número de cargas. Por lo tanto, un consumo moderado del modo alto de asistencia hará que tu batería dure más.
La carga también es algo a tener en cuenta. Para mantener la batería en un estado óptimo el mayor tiempo posible, debes ser consciente de su carga. Tan importante es evitar que quede enchufada largos periodos de tiempo una vez cargada como que esté descargada demasiado tiempo. Mantener una carga entre el 25% y el 80% de su capacidad, prolongará su vida útil, sobre todo si vas a tenerla parada durante un tiempo.
Y, lógicamente, utiliza solo el cargador proporcionado en la compra de la bicicleta, ya que proporciona el voltaje idóneo para la batería.
4. MANTÉN TU eBIKE COMO EL PRIMER DÍA.
Cuida de tu eBike como lo harías de tu bicicleta convencional. Límpiala y evita que se incruste la suciedad en los conectores y mantén lubricada la cadena, las partes móviles del cambio…
Para ello quita la batería, cubre las pantallas para no dañarlas, utiliza jabón especial para bicicletas con un cepillo o esponja suave y evita utilizar dispositivos de vapor o de alta presión.
Recomendamos que tengas productos específicos para tu eBike.
5. PRESIÓN DE LOS NEUMÁTICOS.
Mantener una presión correcta en los neumáticos puede parecernos una obviedad, pero hay que tenerlo más presente (si cabe) en una bicicleta eléctrica. Éstas deben resistir más peso que una bicicleta convencional, además del mayor desgaste de las cubiertas por el peso arrastrado y la rodadura más agresiva debido al modo asistencia del motor. Por lo tanto, debemos revisar la presión de nuestros neumáticos casi en cada salida.
Para ello recomendamos una bomba de taller con manómetro.
En cuanto a la presión a llevar depende del peso total ciclista/bicicleta, el terreno por el que se va a rodar (no es lo mismo rodar por pista -presión más alta- que tirarse por una trialera -presión más baja-, que ruedes en seco o en mojado, llevar una mousse montada -puedes bajar más la presión-…) Es algo que va acorde a sensaciones de quien va encima de la bicicleta, pero un buen punto de partida sería estar dentro del rango de presiones que soporta el neumático y que está escrito en los flancos del mismo.